Podemos agrupar las distintas definiciones que se han ofrecido a lo largo de la historia de la Filosofía en tres grandes posiciones: el ser humano es un ser racional, el ser humano dominado por una fuerza irracional o el ser humano determinado por la cultura.
1ª El hombre es un ser racional.
Se trata de la definición más habitual a lo largo de la historia de la Filosofía. Fue defendida, en primer lugar, por Platón y la desarrolló posteriormente su discípulo Aristóteles.
Cuando se dice que el ser humano es animal quiere decirse que posee vida, capacidad de desplazamiento, instintos, emociones, deseos, etc. Cuando se dice que el ser humano es racional nos referimos al pensamiento, a la capacidad para reflexionar, al uso de un lenguaje complicado, a la cultura...
Para algunos, el ser humano será feliz si la razón domina a los instintos (Platón, Aristóteles, Descartes, Kant o Herman Hesse). Para otros, por el contrario, el ser humano será feliz si los instintos son superiores a la razón (Erasmo o Rousseau).
2º El hombre está dominado por una fuerza irracional.
Una serie de autores, sobre todo a partir del siglo XIX, defendieron que el hombre no era tan racional y ordenado como se creía hasta entonces. Consideraron, por el contrario, que existían fuerzas irracionales ocultas que dominaban al ser humano.
Entre estos autores podemos destacar a Nietzsche, Marx y Freud.
El filósofo alemán Nietzsche considera que la fuerza irracional es la voluntad de poder. Cree que todos los seres poseen esta voluntad, este deseo egoísta de ser más fuerte y más poderoso.
Sin embargo, esa voluntad ha quedado anulada en la mayoría de los seres humanos, los cuales se han convertido en “animales de rebaño”, animales dóciles que no quieren destacar y que prefieren la igualdad. Este fenómeno se ha producido por varias causas:
Por una parte, el cristianismo, al predicar la compasión por los débiles, otorga a éstos una importancia inmerecida, según Nietzsche. Además, al conceder tanta importancia a la vida eterna parece olvidarse de la importancia de la vida en este mundo. La Filosofía, desde Sócrates, también ha favorecido la igualdad, puesto que considera que todos los humanos tenemos la misma capacidad para razonar, para pensar. Por último la Democracia, al conceder a todos la misma capacidad de votar y de elegir, también iguala a todas las personas.
Pese a la lamentable situación que observa Nietzsche, él cree que nacerá un hombre nuevo, un verdadero hombre que no se deje arrastrar, que imponga lo que está bien y mal, que sea libre. Este nuevo hombre será capaz de disfrutar de la vida al máximo, sin preocupaciones por el futuro o por su conciencia.
Se llama vitalismo a la ética que defiende Nietzsche. Se trata de disfrutar la vida como si fuéramos niños, viviendo el presente sin preocupaciones, sin remordimientos. Hay que disfrutar cada instante porque nunca volverá a repetirse.
Marx piensa que ha existido siempre un deseo de dominio de unos hombres sobre otros. Siempre ha habido en la historia una lucha entre los seres humanos. En un tiempo fueron señores frente a esclavos. En la época de Marx hay dos clases principales: el proletariado y la burguesía, esta última es la que domina. Se ha producido de este modo, un dominio de la economía, que es la que asigna nuestro lugar en el mundo.
Él cree que llegará un día en que los dominados se sublevarán y desaparecerán las divisiones entre los hombres. Aparecerá entonces un mundo nuevo en el que los hombres serán iguales, no habrá fronteras entre los Estados, a cada uno se le dará según su necesidad, todos compartirán sus posesiones y reinará el comunismo.
Freud cree que el ser humano está dominado por su inconsciente.
Una gran parte de las acciones que hacen las personas se deben a causas que no conocen. Se originan por causas de las que no tienen conciencia y a las que difícilmente puede acceder.
El inconsciente estaría formado por recuerdos, ideas, vivencias... que han quedado grabados en nuestra mente, pero que no conocemos. Muchas de esas vivencias están relacionadas con la vida sexual. Esas vivencias se han grabado a lo largo de nuestra vida, pero especialmente en los primeros años de nuestra infancia.
El inconsciente influye constantemente en nuestra vida y se manifiesta en los sueños, en los actos fallidos y en diversas experiencias.
El psicoanálisis fue el método que inventó Freud para curar a sus pacientes. A través de un diálogo conseguía que el paciente expresara verbalmente la situación que habría provocado su enfermedad.
3º El ser humano: una idea que aparece en cada cultura.
A lo largo del siglo XX y, sobre todo, en la segunda mitad de siglo, una serie de autores piensan que la idea de ser humano es diferente según la cultura o la época en que nos situemos.
Cada cultura ha establecido un modelo de ser humano y sólo considera que son humanos aquellos seres que se parecen a su modelo. Por tanto, la idea de ser humano ha sido creada, ha sido inventada dentro de cada cultura. Según estos autores, el ser humano es una invención.
Uno de los representantes más importantes de esta línea de pensamiento es Richard Rorty.
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